La Avena es un alimento excelente para tu equilibrio y tu salud y con una larga historia. Te cuento sus orígenes.
La avena es mucho más que un simple cereal: es un alimento ancestral que ha acompañado a diversas culturas a lo largo de miles de años y que hoy continúa destacando por su extraordinario aporte nutricional y sus múltiples beneficios para la salud.
En este artículo te cuento sus orígenes, sus usos tradicionales y terapéuticos, y te comparto algunas recetas sencillas para incorporarla en tu día a día.
Tabla de contenidos
Origen
Las avenas cultivadas tienen su origen en Asia Central. La historia de su cultivo no se conoce muy bien, aunque los primeros restos arqueológicos se hallaron en Egipto, donde se cree que la avena era considerada un producto perjudicial para otros órganos y por lo tanto no se utilizaba. También hay quien supone que en aquel entonces sus semillas se consideraban como de malas hierbas. Los restos más antiguos encontrados de cultivos de avena se localizan en Europa Central, en la Edad del Bronce.
Sus granos están dispuestos de forma que todos los elementos – aire, luz, agua, sol – los penetren integralmente y los nutran. En el proceso de transformación de los granos en copos no se elimina nada, sólo se les pasan cilindros para que queden aplastados.
Entre los cereales, destaca tanto por sus cualidades energéticas gracias a su riqueza en hidratos de carbono de fácil asimilación y a los seis de los ocho aminoácidos esenciales que contiene (muy por encima de cualquier otro cereal.
Además sus grasas insaturadas (es el cereal con mayor proporción de grasa vegetal, con un 65% de grasas no saturadas y un 35% de ácido linoleico que aporta una discreta cantidad de omega3) son saludables y necesarias para regular el metabolismo y así equilibrar el peso. Aunque su mayor componente es el almidón, es rica también en proteínas, vitaminas y minerales.
Uso interno
- como diurético – el silicio aumenta la producción de orina y permite eliminar el ácido úrico en la sangre
- como sedante – contiene un alcaloide, la avenina, que proporciona efectos sedantes al sistema nervioso, por lo tanto ayuda a combatir la ansiedad y el insomnio; además la vitamina B1 ayuda el buen funcionamiento del sistema nervioso, la falta de concentración, la sensación de agotamiento, jaquecas; en caso más graves como esquizofrenias, depresión, neurosis igualmente ejerce un efecto calmante.
- para calmar el hambre – es rica en betaglucanos, fibra soluble la cual produce una sensación de saciedad
- para el estreñimiento y la diarrea – su fibra favorece el transito intestinal y estimula la proliferación de la flora intestinal gracias a sus efectos prebióticos;
- para las hemorroides – su fibra insoluble hace que las heces tengan más volumen facilitando su expulsión
- para reducir la acidez estomacal – es protectora de las mucosas digestivas
- para controlar los niveles de colesterol – gracias al betaglucano, puede reducir los niveles de colesterol y así el riesgo de padecer afecciones cardiovasculares
- para el hipotiroidismo – estimula la glándula tiroides cuando su funcionalidad es deficiente (no aconsejable en los casos de hipertiroidismo)
- para las diabetes – la ausencia de azucares añadidos y la absorción lenta de los hidratos de carbono, permiten el control de los niveles de azúcar en la sangre.
- como expectorante natural – apta para el tratamiento de enfermedades respiratorias como tos o bronquitis
- para la prevención de cáncer de colon – la fibra soluble de la avena absorbe partículas nocivas para el organismo que provocan enfermedades como cáncer intestinal.
- para la fertilidad masculina
- como afrodisíaco
- como soporte en los síntomas de menopausia y los trastornos menstruales, como el síndrome premenstrual.
Para uso externo es utilizada para mejorar enfermedades de la piel como psoriasis, sarna, urticaria, dermatitis, acné, quemaduras y quemaduras solares y además para calmar dolores reumáticos y de ciática.
Contraindicaciones
– La avena puede contener gluten. Aunque puede ser tolerada por los celiacos, igualmente no se aconseja su toma en estos casos.
– En caso de diverticulitis, consultar el medico y evaluar si es aconsejable su ingesta.
– En caso de afecciones como colitis, colitis ulcerosa, síndrome de Crohn o diarrea, es preferible evitar el consumo del salvado de avena.
Tabla nutricional
Remedio para calmar la ansiedad: Infusión de Avena
- 6 Cucharadas de avena.
- 1/2 Litro de agua.
Calentar medio litro de agua, y una vez hierva, añadir la avena apagando el fuego. Dejar reposar durante 20 minutos, y después colar para separar los restos de avena.
Albóndigas de Avena
Ingredientes
- 500 gr copos de avena pequeña
- tomate triturado
- 2 cebollas rojas
- 3 pimientos
- ajo
- perejil
- sal
Preparación
Dejar la avena en remojo en el tomate que habrás previamente triturado durante unos 10 minutos.
Mientras, pica la cebolla, los pimientos y añade las especias en la cantidad que prefieres, según tu gusto. Añade la avena y la sal, mezclas bien todos los ingredientes y dejas la masa en reposo en la nevera durante una media hora. Si al retirarla de la nevera notas que sobra agua, puedes añadir un poquito más de avena.
Haz bolitas del tamaño de una nuez y puedes freírlas o bien, para que sean más ligeras y saludables, ponerlas en el horno. En este caso, las colocas en una bandeja de hornear donde habrá puesto papel de horno, y las cubres con tomates triturados a los cuales podrás añadir ajo y/o cebolla y albahaca, sal. Deja que se cocinen durante unos 20 minutos a 180º.
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Imagen destacada: Fotoseimagenes.net; imágenes: Pixabay.com
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Autor: Vittoria Veri Doldo ~ Terapeuta y Coach
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Resumen y preguntas frecuentes
La avena aporta fibra soluble e insoluble, proteínas, ácidos grasos saludables y vitaminas del grupo B. Ayuda a regular el colesterol, controlar el apetito, mejorar el tránsito intestinal y favorecer el bienestar del sistema nervioso.
La avena destaca por su equilibrio natural: aporta hidratos de carbono de fácil asimilación, proteínas de alta calidad con seis de los ocho aminoácidos esenciales y una proporción notable de grasas insaturadas. Además, mantiene todos sus nutrientes porque en su transformación a copos no se elimina ninguna parte del grano.
La avena puede contener trazas de gluten debido a la contaminación cruzada. Aunque algunas marcas ofrecen avena certificada sin gluten, las personas celíacas deben consultar con un profesional antes de consumirla.
La avena contribuye a la regulación de la glucosa gracias a su absorción lenta de carbohidratos, estimula la glándula tiroides en casos de hipotiroidismo, y favorece la eliminación del ácido úrico por su efecto diurético. También es útil como apoyo en la salud respiratoria, la piel y el equilibrio hormonal femenino.
Gracias a su fibra soluble e insoluble, la avena favorece un tránsito intestinal equilibrado, previene el estreñimiento y, al mismo tiempo, ayuda a regular episodios de diarrea. También estimula la flora intestinal por su efecto prebiótico y protege las mucosas digestivas, lo que la hace útil para disminuir la acidez estomacal y mejorar el confort digestivo en general.
La avena es rica en betaglucanos, un tipo de fibra que genera una agradable sensación de saciedad, ayudando a evitar el picoteo y a mantener estables los niveles de energía. Sus grasas saludables participan en la regulación del metabolismo, lo que favorece un peso equilibrado sin esfuerzos extremos.
Los betaglucanos presentes en la avena ayudan a reducir los niveles de colesterol LDL, conocido como “colesterol malo”. Al mismo tiempo, sus grasas no saturadas y su aporte de minerales contribuyen al funcionamiento saludable del sistema cardiovascular. Por estos motivos, la avena es un alimento recomendado para prevenir afecciones cardíacas y mantener una buena salud circulatoria.
La avena contiene avenina, un alcaloide con propiedades suavemente sedantes que actúa sobre el sistema nervioso, ayudando a reducir la ansiedad y favorecer el descanso. A ello se suma su aporte de vitamina B1, clave para mejorar la concentración, aliviar la sensación de agotamiento y apoyar el equilibrio emocional. Por eso es útil en casos de estrés, insomnio y estados nerviosos más intensos.