Otto Heinrich Wartburg es el autor de la llamada hipótesis de Warburg, relativa al origen del cáncer y formulada en 1924.
Según el Dr. Warburg: “La falta de oxígeno y la acidosis son las dos caras de una misma moneda: cuando usted tiene uno, usted tiene el otro. Las substancias ácidas rechazan el oxígeno; en cambio, las substancias alcalinas atraen el oxígeno. Privar a una célula de 35% de su oxígeno durante 48 horas puede convertirla en cancerosa. Todas las células normales tienen un requisito absoluto para el oxígeno, pero las células cancerosas pueden vivir sin oxígeno – una regla sin excepción.”
Hoy vamos a ver en detalle la teoría del Dr. Warburg y su propuesta para crear condiciones saludables en nuestro cuerpo para limitar los detonantes del cáncer.
Tabla de contenidos
¿Qué son las células?
Es importante considerar una cosa: las células son como microscópicos ‘yo’, es decir son como nosotros en pequeño, son ‘micro yos’. Al igual que nosotros, necesitan vivir en un ambiente saludable y obtener los nutrientes necesarios para vivir y garantizar todos los procesos internos.
Si se nos obligara a vivir en un cuarto muy pequeño, sin ventanas, encerrados, sin que el aire circule, nutriéndonos de comida que no podemos digerir o procesar, quedándonos con nuestros desechos, sin poder salir, ¿Cómo o cuánto crees que podríamos vivir?
La células al recibir los nutrientes de los alimentos que ingerimos, producen deshechos, sean alimentos saludables o comida chatarra. Los desechos son, tendencialmente, de naturaleza ácida y los eliminamos a través del sudor y de la orina (para saber más sobre alimentos ácidos y alcalinos, te invito a leer este articulo)
Cuando dicha actividad metabólica del cuerpo se desequilibra, estos desechos se van cumulando y se almacenan, convirtiéndose en el entorno en que nuestras células viven. Y nuestras células no pueden eliminar tales desechos…
Los causantes son la alimentación de hoy en día, para nada saludable, ya que ingerimos alimentos que nuestro cuerpo no es capaz de reconocer ni de procesar, y que no nos aportan lo que el organismo necesita.
Por lo tanto el cuerpo pone las sustancias que no reconoce en stand by, a la espera de encontrar una forma de procesarlas. Y si no la encuentra, no tiene más remedio que provocar una reacción interna, generalmente de agresión, que se expresa con la enfermedad.
Es, pues, la única manera que le queda para llamar nuestra atención y hacernos reaccionar para que pongamos remedio a algo por el cual el cuerpo no ha podido encontrar una solución saludable.
Vamos un poco más adentro de la cuestión y analizamos la hipótesis de Otto Heinrich Wartburg.
¿Qué quiere decir alimentación no saludable o anti-fisiológica?
Una alimentación anti fisiológica no es nada más que una dieta basada en alimentos procesados, refinados, alterados a causa de conservantes, aditivos, aromatizantes, estabilizadores de sabor, azucares etc.
Todos estos alimentos incrementan bruscamente la acidez de nuestro PH. En este entorno ácido, las células se ven privadas de oxigeno y los desechos que expulsan, como dicho antes, siguen permaneciendo a sus alrededores.
Otro causante es la contaminación medioambiental del aire, agua y tierra lo cual hace que mueran células sanas de nuestro cuerpo.
Estrés y sedentarismo: los enemigos ocultos
El primero contribuye a debilitar el sistema inmunitario, junto con otras consecuencias tóxicas para organismo y mente; y el segundo nos impide activar el metabolismo y ayudarle a eliminar toxinas y quemar grasas.
Según Warburg: la carencia de oxígeno impide al cuerpo completar el proceso de combustión en la célula, lo cual, con el tiempo, hace imposible que éste pueda crear células sanas, quemar energía y eliminar desechos. Estas condiciones debilitan el sistema inmune al punto que, poco a poco, no podrá contrarrestar los ataques, estando las células, como nuestros fluidos corporales internos y externos, intoxicados. La permanencia de este estado de hipoxia (falta de oxígeno) agota el sistema inmune e, inevitablemente, enfermamos.
El metabolismo de los tumores
En su libro “El metabolismo de los tumores”, Otto Heinrich Wartburg demostró que todas las formas de cáncer se generan en un ambiente ácido y con poco oxígeno.
También dijo: Los tejidos tumorales son ácidos, mientras que los tejidos sanos son alcalinos.”
Además, las células cancerígenas tienen unas tasas de consumo de glucosa unas 200 veces mayores que las de las células normales que les dieron origen; y esto ocurre aún con un aporte pleno de oxígeno. Por tales motivos, postuló su hipótesis por la cual, este cambio en el metabolismo, es la causa fundamental del cáncer.
El resultado acidificante o alcalinizante se mide a través de una escala del PH, cuyos valores se encuentran en un rango de 0 a 14, siendo el PH 7 un PH neutro.
En una persona sana el PH de la sangre se encuentra entre 7,40 y 7,45. Abajo una escala exhaustiva:
En esta tabla resumen abajo podemos ver los diferentes niveles entre ácido y alcalino de los alimentos que solemos consumir :
Nuestro organismo no esta diseñado para procesar categorías de alimentos ‘chatarra’ y cuyas características y efectos son altamente acidificantes.
¿Cómo podemos ‘ayudarnos’ a mantener nuestro cuerpo alcalino?
El agua y la desintoxicación
Nuestro cuerpo tiende a la alcalinidad pero necesitamos ayudarle y el agua es el disolvente ideal para nuestro organismo. Según la cantidad de sus minerales, puede ser más o menos alcalina.
Cuando el agua tiene un PH inferior a 7 será acida; de lo contrario valores a partir de 7,1 hacen que el agua sea de neutra a alcalina. El liquido extracelular e intracelular del cuerpo oscila entre 7.35 y 7.45.
La hidratación tiene una función fundamental para nuestro organismo, deduciblemente. También lo podemos ayudar tomando infusiones de planas depurativa (las hepáticas como el diente de león, el boldo, la alcachofera etc. son entre las más eficaces).
La dieta
Eliminar de la dieta todos los alimentos procesados, envasados, alterados por conservantes y aditivos; las harinas refinadas; los azucares; reducir considerablemente las carnes y los lácteos si no es posible seguir una dieta vegetariana.
Ejercicio físico y respiración
Un cuerpo sedentario tendrá un metabolismo mucho más lento.
Es crucial practicar ejercicio físico a diario, sea el que nuestras circunstancias físico-estructurales y de vida nos permiten. También es fundamental volver a aprender a respirar de forma completa, no solo centrando el aire en el tórax, sino haciendo ciclos de respiración completa y consciente.
Pero, ¡atención al estrés oxidativo!
Muy diferentes son las exigencias de las personas que practican deporte de alto rendimiento e intensidad (atletas, maratonianos, triatletas, competidores etc.), sometiendo su organismo a un nivel de esfuerzo constante y elevado. La alta intensidad induce estrés oxidativo y a la formación de radicales libres que se producen en todas las células y las eliminan. Más en detalle podemos decir que:
» la contracción muscular intensa provoca un desajuste del equilibrio ácido-base del organismo, por cuanto produce cambios en la concentración de iones intra y extracelular. Al mismo tiempo, incrementa la producción de ácido láctico, ya que las demandas metabólicas del ejercicio de alta intensidad son cubiertas a través de la glucolisis. Esto nos lleva a un descenso del pH de los músculos que se ejercitan, provocando irremediablemente la fatiga muscular por acidosis metabólica. Análogamente, estos cambios en las concentraciones de iones intracelulares producen un desequilibrio ácido-base, dado que los aumentos del lactato y los descensos del potasio contribuyen a una pronunciada acidosis intracelular.»
El bicarbonato sódico
Para contrarrestar este proceso, muchos científicos concuerdan con que la toma de bicarbonato sódico ayuda a neutralizar el ácido láctico. A esto hay que añadir que aún más crucial es seguir una dieta alcalina, tomar antioxidantes enzimáticos y no enzimáticos para ayudar las defensas del cuerpo contra los radicales libres, dormir por lo menos 8 horas diaria.
El equilibrio emocional
El estrés es un comprobado factor debilitante de nuestro sistema inmunitario e intoxicante para mente y cuerpo.
El cuerpo, al presentarse un factor estresor, reacciona defendiéndose, haya o no un peligro real. Esto hace que la mayoría de sus procesos se paren y que la energía se concentre en el único objetivo: garantizar la supervivencia. Lo cual causa que se desatiendan otras funciones que no se consideran fundamentales en ese momento critico (como por ej. ¡la digestión!). De esta manera el sistema inmunitario contará con menos recursos y hará que seamos más expuestos a factores patógenos.
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Fuentes: Dsalud.com; es.wikipedia.org; Efdeporte.com;
Imagen destacada: Pinterest.com
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Vittoria Veri Doldo – Healt Coach
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Resumen y preguntas frecuentes
Otto Heinrich Warburg propuso que el cáncer se desarrolla cuando las células viven en un entorno con bajo oxígeno y alta acidez, lo que altera su metabolismo.
Porque un pH demasiado ácido puede dificultar la oxigenación celular y favorecer el desarrollo de enfermedades.
El consumo de alimentos procesados, el estrés, el sedentarismo y la contaminación ambiental.
A través de una dieta rica en alimentos naturales, una buena hidratación, ejercicio regular y una respiración consciente.
El agua actúa como disolvente y ayuda a eliminar desechos; si su pH es superior a 7, contribuye a la alcalinidad del cuerpo.
El estrés debilita el sistema inmunitario y genera reacciones químicas que aumentan la acidez interna del organismo.
Seguir una dieta alcalina rica en frutas y verduras, beber suficiente agua, reducir alimentos procesados, practicar ejercicio y respiración consciente, descansar bien y mantener el equilibrio emocional.
Gracias excelente artículo, muy amable por la información
Gracias a ti Olga, me alegro que te haya gustado! Y gracias por tu paso por el blog, un abrazo!!!